Las ocho de la mañana ya suena el despertador,
yo soy el hombre resaka, me casé con el alcohol.
Me levanto de la cama, tengo que ir a trabajar,
vaya mierda qué putada, quiero bailar ska.
Son las nueve, estoy currando, mi cabeza va a estallar,
un chupito de tequila y esto empieza a mejorar.
Tengo ganas de pirarme, ya no lo puedo aguantar
¿es que nadie me comprende?
Y de nuevo estoy borracho, estoy perdido en cualquier bar
en el juego de la vida mañana hay que trabajar.
Lo he perdido casi todo, mi novia no me aguantó
y es que me huele el aliento a whisky, cerveza y ron.